En sus proyectos, las académicas investigarán sobre familias de bebés con síndrome de Down (Marcela) y crianza de niñas, niños y adolescentes con discapacidad intelectual (Paulina).
Por Gabriela Campillo.
La directora alterna de MICARE, Marcela Tenorio, y nuestra investigadora asociada Paulina Arango, se adjudicaron, cada una, un Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT), otorgado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Ambas investigadoras de nuestro instituto son también académicas de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes de Chile.
El objetivo del estudio de Marcela es analizar las relaciones entre las interacciones establecidas por padres y madres de bebés con síndrome de Down, con el desarrollo sus conductas adaptativas.
La investigación busca avanzar en el desarrollo de un modelo comprensivo que dé soporte a un programa de intervención multinivel que pueda mejorar la calidad de vida de estas familias.
¿Por qué es importante?
El estudio científico de condiciones con el síndrome de Down que están asociados a discapacidad intelectual es fundamental para que podamos avanzar hacia modelos comprensivos y formas de acompañamiento basadas en evidencia.
Esto, además, permitirá transformar el tejido social para el pleno ejercicio de derechos de este colectivo y sus familias.
¿Qué implica el estudio de Marcela en la práctica?
En este estudio participarán 120 niñas y niños, y sus madres y padres. 60 menores viven con Síndrome de Down entre los 12 y los 36 meses, y 60 menores presentan desarrollo típico.
De estas familias, 40 serán invitadas a participar en un programa orientado al perfeccionamiento de las interacciones tempranas.
El programa será trabajado en conjunto con UNICEF y Chile Crece Contigo.
“Estamos felices de avanzar en el área de estudios en discapacidad en Chile. Invitamos a familias e instituciones interesadas a contactarnos”, dice Marcela Tenorio, directora alterna de MICARE y académica de Psicología de la Universidad de los Andes.
El objetivo del estudio de Paulina es explorar el impacto que tienen las actitudes y estilos de crianza en los problemas de salud mental de las madres y padres frente en las conductas desafiantes de sus hijas e hijos con discapacidad intelectual.
¿Por qué es importante este estudio?
“Ser madre o padre de niños con algún trastorno del desarrollo tiene muchos desafíos y satisfacciones asociadas. Cuando ese niño se convierte en adolescente, los desafíos pueden ser aún mayores a medida que el niño se convierte en un adulto autónomo e independiente”, dice Paulina Arango.
Se espera que esta investigación brinde información valiosa que permita comprender mejor los factores relacionados con la alta prevalencia de dificultades conductuales en niñas, niños y adolescentes con discapacidad intelectual.
El proyecto también busca arrojar luces sobre áreas relevantes para el diseño de intervenciones y el desarrollo de políticas públicas que favorezcan la calidad de vida y la inclusión social de las personas con discapacidad intelectual y sus familias.
¿Qué implica el estudio de Paulina en la práctica?
El estudio tiene dos partes. En la primera, participarán 250 madres y padres de niñas, niños y adolescentes con discapacidad intelectual entre los 8 y los 17 años, a quienes se les pedirá que respondan algunos cuestionarios sobre su salud mental, la crianza de su hija(o), sus fortalezas y dificultades.
En la segunda parte, se entrevistará a 25 madres y padres que participaron en el primer estudio, con el objetivo de profundizar en sus experiencias y percepciones como padres de una niña, niño o adolescente con discapacidad intelectual.
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