Artículo co-autorado por Pablo Marshall, investigador adjunto de MICARE, junto a Hernán Gómez Yuri.

El paper busca abordar un problema bioético: la colisión de voluntades que puede ocurrir a la hora de implementar las directrices anticipadas* en materia de salud mental.

*Las directrices anticipadas se refieren a la voluntad de las personas respecto a su atención médica si es que no pueden tomarlas por sí mismas, lo que puede incluir la posibilidad de designar a alguien para que tome estas decisiones.

Se hace especial énfasis en las directrices auto-vinculantes, señalando ciertos lineamientos a observar. Para esto, la metodología elegida es una revisión exhaustiva de literatura pertinente al tema.

Principales conclusiones:

Se concluye que resulta imposible hallar una solución que permita satisfacer todos los intereses en conflicto.

También, que la implementación de directrices anticipadas eficaces en salud mental requiere de una regulación que permita un cierto grado de rigidez y el cumplimiento de los documentos que rigen estas situaciones, como por ejemplo, el caso de un tratamiento de salud mental en contra de la voluntad del paciente.