¿Qué significa, quiénes lo ejercen y cómo está garantizado en distintos países? En esta nota te entregamos las claves sobre el cuidado, a partir de la presentación de nuestra directora de investigación MICARE, Josefa Palacios.
Por Gabriela Campillo.
«Los cuidados son parte de nuestra condición humana, inherentes a la vida misma”. Con esta frase comenzó su exposición nuestra directora de investigación MICARE, Josefa Palacios, como parte del seminario virtual organizado por el Proyecto NODO y la Universidad Católica, en el que también participó nuestra investigadora asociada María Beatriz Fernández.
¿De qué manera podemos entender los cuidados? Acá proponemos algunas claves:
Los cuidados implican tanto la promoción de la autonomía personal como la atención y asistencia a personas dependientes.
La dependencia puede ser transitoria, permanente crónica, o estar asociada al ciclo vital de las personas.
Los cuidados comprenden actividades rutinarias, cotidianas e invisibles, que implican dedicación de tiempo además de un involucramiento emocional y afectivo.
Los cuidados sostienen a la vida humana, y somos las mujeres las que asumimos la mayor parte de esta tarea.
«El cuidado es parte esencial del ser humano y es un derecho universal. Hay que partir de esa base al momento de pensar en políticas que aborden los cuidados», explica nuestra investigadora asociada MICARE y académica del Instituto de Sociología UC, María Beatriz Fernández.
¿Cómo se organiza socialmente el cuidado?
Las necesidades de cuidado se resuelven a través del rol de distintos actores sociales: el Estado, el mercado, la familia y la comunidad. La distribución de las responsabilidades entre estos actores se vincula directamente con la reproducción de las desigualdades sociales.
En el mundo existen 3 grandes modelos de organización del cuidado: Familiar, Mixto y Público.
- En el modelo familiar, la familia es la proveedora del cuidado. Los beneficios públicos tienden a ser focalizados según ingresos y necesidades.
En un modelo familiar por defecto o sin apoyo, no hay alternativas públicas ni apoyo financiero para el cuidado familiar. Este es el caso de la mayoría de los países de América Latina.
Mientras tanto, en un modelo familiar apoyado, las políticas se dan a través de transferencias financieras que apoyan a los miembros específicos de la familia en el mantenimiento de sus responsabilidades de cuidado. Este se puede encontrar en países como España, Grecia e Italia.
- En el modelo mixto, la familia es la principal proveedora de cuidado pero las personas con altos niveles de dependencia acceden a servicios públicos. La garantía de acceso es un derecho y se basa en un sistema de seguro social (como ocurre en Alemania) o en una prestación pública (como es el caso de Austria y Francia).
- En el modelo público, el sector público es el principal proveedor de cuidados, mientras que el apoyo familiar se considera un complemento a los servicios públicos. Este modelo es el que existe en los países nórdicos y los Países Bajos (Holanda).
¿Cuáles son los desafíos para Chile en materia de cuidados? Desde MICARE proponemos las 5 Rs:
– Reconocer el trabajo de cuidados
– Reducir el mismo
– Redistribuir para avanzar a una justa organización social del cuidado
– Remunerar adecuadamente el cuidado
– Representar la voz de las partes involucradas
«En Chile queda todo por hacer en torno al cuidado, y no hay que esperar que otros lo hagan. Todas y todos podemos aportar a una redistribución social más justa del cuidado y así impulsar esta agenda transformadora», finaliza nuestra directora de investigación MICARE, Josefa Palacios.